La particularidad aquí fue la construcción de la segunda obra, a la que el estudio aunó a la primera, que también fue un proyecto nuestro realizado año atrás. Sin embargo, se generó una estructura homogénea, como si hubiera sido planificado desde el comienzo.

Teniendo como comitente a un consorcio de tres empresas, se planteó la necesidad de proyectar un edificio para sus respectivas oficinas centrales, que permitiera contar con un núcleo de servicios normalizado, un espacio para oficinas de total flexibilidad, máximo de iluminación natural, un eficiente sistema de acondicionamiento de aire y, además, poder conectar verticalmente dos o más plantas en zona privada.

Por las características del terreno, de gran desarrollo sobre la Avenida Leandro N. Alem y poca profundidad sobre Marcelo T. de Alvear, se optó por ubicar un núcleo longitudinal adosado al muro medianero más largo, liberando el perímetro sobre las calles para las oficinas y despachos. Este núcleo se dividió en cuatro secciones, correspondiendo los extremos a servicios sanitarios y los dos centrales a circulaciones verticales, office y sala de aire acondicionado.

El edificio consta de tres subsuelos: el último es para calderas y tanque de bombeo y los dos primeros para los garajes, interconectados con un monta-vehículos. Asimismo, se resolvió una planta baja con hall de entrada, dos locales y servicios generales, un entrepiso y diez plantas tipo para oficinas (los pisos 11º y 12º fueron ideados para la gerencia y el directorio de la empresa principal) y en el 13º una oficina, torres de enfriamiento, sala de máquinas y tanque de reservas, entre otros.