El edificio, concebido para alojar a la casa central del Bank of America en la Argentina, es un volumen prismático compuesto por dos bloques superpuestos, uno suspendido entre la planta baja y el segundo piso donde se sitúa un vacío con un jardín, y otro bloque que llega hasta el noveno piso. Sobre el mismo, retirado se apoya un volumen de dos pisos de altura.

La planta baja es un gran espacio semi-cubierto que produce el efecto de ensanchar la vereda y generar una situación de acceso confortable.  En ella se sitúa el hall de acceso transparente comunicado con el primer piso de acceso al público mediante una escalera mecánica y una batería de tres ascensores y dos escaleras, con los pisos de oficinas ubicados entre el segundo y noveno.

En el décimo piso, se ubica el comedor de personal y sobre el mismo, la sala de máquinas.

La fachada cuenta con un cerramiento completamente transparente, siendo bandas horizontales de vidrio. Esto refleja decisiones programáticas claras al separar volumétricamente las dos funciones, una pública en el prisma más pequeño del primer piso y otra privada en el más grande luego del vacío del jardín del piso jerárquico es característica de este grupo de arquitectos.