El conjunto edilicio, que comprende la galería comercial, oficinas y zonas de estacionamiento, completa la manzana y, dada la concepción de sus niveles bajos, crea un flujo activo de comercio como prolongación peatonal que une la calle Tucumán con Florida. Desde su fachada de 45 metros se produce el acceso principal, con visuales completas de esta dimensión asegurando para el peatón el dominio completo del conjunto y, por consiguiente, la rápida ubicación de los grupos circulatorios y toda la atracción de las vidrieras de los locales. El segundo acceso, de 55 metros de ancho, aparece sobre la calle Tucumán conformando la circulación de la galería, y gracias a dos amplios patios a cielo abierto, se provee de luz natural a los diferentes niveles, acentuando el criterio de calle con que ha sido concebida la obra.

Por otro lado, las amplias perspectivas del espacio interior son una invitación al ingreso, lo cual continúa con la premisa de este proyecto, que se desarrolla, entonces, con la galería comercial que ocupa desde el primer subsuelo hasta el 1º piso; los pisos 2º, 3º y 4º para oficinas, la Torre Florida con veintitrés niveles para oficinas y la Torre Tucumán para viviendas a partir del 4º piso  hasta el 24º con ochenta departamentos en su totalidad.

La galería comercial intenta lograr circulaciones generosas, unificar cerramientos e iluminación para crear una continuidad a pesar del carácter distintivo de cada local, procurando un paisaje urbano controlado. En estos casos, es determinante la flexibilidad de la planta, que permita adaptaciones y cambios de función con el paso del tiempo.